Corazones Duros y Dios

Por Iva May, 3 de febrero del 2021 Traducido por Rocío López #movimientodealfabetizacionbiblicacbt

Algunas personas se niegan a creer en Dios, pase lo que pase. Tienen corazones duros. Pero incluso los corazones más duros tienen sus dioses. En conjunto, crean una cultura de dureza de corazón e idolatría, como los egipcios. Como Faraón: «El corazón de Faraón está endurecido, y no quiere dejar ir al pueblo.» (Ex. 7:14).

Para los egipcios, el Nilo traía vida, por lo que lo adoraban, creando un dios del Nilo. Dios ataca su idolatría convirtiendo el agua en sangre y sacando ranas de en medio del Nilo. Más tarde, Él lleva a los hebreos al desierto para enseñarles que Él es el sustentador de la vida. Es mejor tenerlo a Él, el Agua Viva en el desierto sin agua que a tener el Nilo sin Él.

La creación de piojos del polvo desconcierta a los magos egipcios. Solo Dios crea la vida del polvo de la tierra.

Ola tras ola de enfermedades, pestilencias, furúnculos, granizos, langostas y oscuridad golpean como una tormenta furiosa y destruyen la infraestructura económica de Egipto. Sin embargo, el faraón se niega a doblarse. Solo después de la muerte de su primogénito en su propia casa, el faraón libera a los hebreos para adorar al Señor.

El Evento de la Creación revela los atributos invisibles de Dios, incluso “su eterno poder y deidad» (Romanos 1:20). La Caída, sin embargo, alteró la capacidad del hombre para percibir a Dios. El apóstol Pablo resume el estado caído del hombre: «Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido» (Romanos 1:21). Aquellos que están alejados de Dios operan desde un sistema de pensamiento inútil desarrollado en corazones oscuros. Sólo la luz del Evangelio transforma el corazón humano e ilumina la mente.

La muerte del primogénito del faraón pudo haber quebrantado la voluntad del faraón, pero no cambió su corazón. Los milagros en realidad condenan a quienes los ven. Ellos ven los hechos de Dios y se alejan. La resurrección de Cristo de entre los muertos fue uno de esos milagros, sin embargo, la mayoría se niega a creer y volverse a Dios.

Esta historia revela una serie de verdades sobre un corazón duro:

  • Aquellos que adoran la creación o las cosas hechas por el hombre lo hacen para evitar encontrarse con el Dios Vivo.
  • El hombre es más duro de corazón (y de cabeza dura) de lo que imagina. En presencia de milagros, los hombres a menudo mantienen su posición endurecida hacia Dios.
  • Por lo tanto, es más importante buscar la Verdad que buscar un milagro.

Los corazones de la mayoría de las personas no se ven afectados por los milagros. Sin embargo, algunos responden: «De los siervos de Faraón, el que tuvo temor de la palabra de Jehová hizo huir sus criados y su ganado a casa; mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo» (Ex. 9:20-21). “También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado.” (Ex. 12:38)

Preguntas de la lectura Bíblica Cronológica de hoy (Éxodo 7:1 – 9:35):

¿Cuáles son los objetivos de Dios a corto plazo de la liberación de Israel fuera de Egipto?

¿Cuáles son los objetivos de Dios a largo plazo acerca de la liberación de Israel fuera de Egipto?

¿Cómo debía Israel conmemorar su partida de Egipto, y qué debería enseñar esta historia a las futuras generaciones sobre Dios?

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