Por Iva May, 2 de febrero del 2021 Traducido por Rocío López #movimientodealfabetizacionbiblicacbt
Dios se aparece a Moisés y declara su intervención a favor de Israel. Moisés y Aarón comparten estas buenas nuevas con Israel, con el pueblo y “se inclinaron y adoraron” (Ex. 4:31). La misma multitud, unos días después, se queja con decepción cuando su situación continúa deteriorándose “les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten” (5:21). En respuesta, Moisés expresa su propia decepción ante Dios: “Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo” (5:23).
Esta escena en Egipto revela una serie de verdades acerca de Dios y la decepción:
- Las circunstancias pueden empeorar antes de que la sabiduría y la actividad de Dios se hagan evidentes. La intensificación de la situación no contradice la promesa de Dios o la actividad de Dios.
- Dios no actúa de acuerdo con el guión mental o en el tiempo del hombre, sino según su propia sabiduría y tiempo; por lo tanto, siempre es demasiado temprano para sacar conclusiones acerca de nuestras circunstancias y de Dios.
- La decepción se apodera de los corazones de quienes tienen expectativas erróneas sobre Dios y su actividad.
- ¡Siempre es demasiado pronto para juzgar a Dios! Dios no está sujeto a las estructuras mentales del hombre o limitado a la imaginación o expectativas del hombre. ¡Dios siempre supera las expectativas del hombre!
- Mucho más ocurre de lo que el hombre natural puede detectar. Dios no solo está a punto de liberar a Israel de Egipto, sino que también está a punto de humillar al Faraón y a sus dioses.
La estrategia de Dios siempre difiere de la del hombre. El hombre sabio espera a Dios, espera en Su tiempo y espera Su actividad. El hombre necio se inquieta y sucumbe ante la decepción de Dios y la ira hacia Dios. Las promesas de redención de Dios aseguran al hombre su actividad, su camino y su tiempo. Dios es bueno. Él hace bien.
Preguntas de la lectura de hoy (Éxodo 4:18 – 7:13):
Lo más probable es que Moisés haya sido circuncidado desde que fue reprendido por no haber circuncidado a sus hijos. ¿Qué no había comprendido Moisés sobre el rito de la circuncisión y su importancia en la vida de los descendientes de Abraham? (Gn. 17:7-14)
¿Qué enseñarían al Faraón las confrontaciones de Moisés con el Faraón acerca de Dios? (Ex. 6: 2)
¿Qué enseñarían a Israel las confrontaciones de Moisés con el Faraón acerca de Dios? (6: 3-9)
¿Cómo aborda el SEÑOR las objeciones de Moisés? ¿Qué revela esto acerca de Dios?